La semana de la alta costura para el verano 2009 concluyó a fines de Enero en París sin pena ni gloria, en medio de una recesión mundial los creadores de las prendas más lujosas del mundo optaron por concentrarse en lo que hacen mejor, produciendo colecciones hermosas que desgraciadamente en su gran mayoría carecían del efecto "wow", todos menos Atelier Versace.
La línea de alta costura de la firma Italiana dejó de presentar en Pasarela el 2004 en medio de una fuerte crisis que obligó a la casa a cerrar también su línea secundaria "Versus" para enfocarse de lleno en el prêt à porter, la gran mayoría de trabajadores del taller fueron despedidos (quienes por suerte encontraron trabajo rápidamente en las manos de Armani, quien en esa fecha lanzaba su línea Privé en un intento de llenar el cupo otorgado por Versace) y dejaron de formar parte en la lista de miembros corresponsales en la cámara sindical de la costura de París ( título otorgado a las firmas que producen sus colecciones fuera de Francia como Valentino o Armani).
Irónicamente lo que se podría considerar como el fin de la línea que creara Gianni en 1989, Atelier experimentó un renacer, libres del estrés que puede significar mostrar en Paris, Donatella y su equipo se han concentrado en producir una colección pequeña pero consistente que muestran en su página web junto al bosquejo del modelo final y sorpresivamente con este método mucho menos costoso y ciertamente mucho más privado han logrado duplicar el número de pedidos, no olvidemos que Versace es la musa fetiche de la cual diseñadores libanes como Elie Saab beben, lo que suele molestar a la clientela internacional que paga cifras de seis dígitos justificándose en la absoluta exclusividad.
Estas creaciones artísticas requieren un promedio de trescientas horas de trabajo artesanal y se pueden apreciar previa cita en Milán o Nueva York, esta temporada destaca el uso de colores vibrantes (opuesto a la tendencia hacia el blanco y negro impuesta por Dior, Chanel y Gaultier) y las formas tridimensionales logradas con abanicos de organza; los drapeados van del micro al macro y los vuelos adquieren un carácter especial gracias a la utilización de crinolinas, quienes también logran efectos tridimensionales en otros puntos focales del cuerpo, el brillo se logra gracias a los bordados en degradé de cristal y las aplicaciones de plumas sobre tul pintadas a mano.
Esta colección es sólo una muestra de la positiva evolución que Versace ha experimentado este último tiempo, logrando salir de los números rojos en tiempo record, la casa italiana ha confirmado que su línea "Versus" vuelve también en el 2010 en una franquicia que se concentrará en accesorios y que espera inaugurar veinte boutiques en un plazo de cinco años.
Viva Versace!
