martes, 18 de noviembre de 2008

hallowen en NYC 2

Domingo 2 de noviembre de 2008

Cuando ibamos camino a downtown en el rr phantom, llevaba mi ventana abajo para ver la gente disfrazada en las calles. Lo increible es la gran conmoción que causaba el auto. La gente nos silbaba, gritaba, los autos vecinos se detenían y bajaban sus ventanas. Really amazing.
Como les conté en el otro mail, llegamos ultratarde al buffet de Downtown (así que no comimos nada... again) y nos fuimos directo a Upstairs, que es un club privado. Esa noche la mesa costaba U$3.000.- y el lugar estaba full !!!!!!. En la entrada había una enorme fila de gente. Nosotros llegamos y nos hicieron pasar por el costado.
Toda la gente estaba disfrazada, muy producidos, pero el lugar en sí es bien sencillo. La música muy buena, del estilo que me gusta, una mezcla de pop y house, muy rápida e ideal para el dance. Las mezclas del dj eran rápidas, muy rápidas, no como en Santiago que generalmente te tienes que bancar el tema completo. Por supuesto Carolina era saludada por todo el mundo. Era un mar de abrazos y besos y yo en el medio. Lo divertido era que habia tanta gente que en rigor tenías un espacio de 20 cm por 20 cm para estar. La gente defendia sus 20 cm. y no se movían un milimetro. Sus movimientos eran al ritmo del gentío y con una mano arriba, para llevar el vibe (en la otra tenías el copete). Nos llevaron a la mejor mesa del lugar. Litros de champaña y litros de Grey Goose. I was so drunk .
Estuvimos hasta las 4 am. El chofer estaba en la puerta esperandonos y cuando nos subiamos al rr phantom (ja) ya no eramos 2 sino 4. Se habían sumado dos mujeres: una disfrazada de odalisca y otra de piel roja. Nos fuimos fumando en el auto al sector de los almacenes de carne. Por supuesto todo el mundo tiene una historia que contar de Chile y esta no fue la excepción. La odalisca había venido (a Chile) y se había caído de un caballo jugando polo. Ella me hablaba y me hablaba... LLegamos a un nuevo lugar que se llama Budhabar (los mismos de Ibiza) y luego a uno muy top que se llama One Oak. Los accesos estaban llenos de gente que quería entrar y no podía, pero nosotros entramos sin problemas. Of course!.
LLegamos a la casa al alba.
Todo el mundo ha sido extremadamente amable here in NYC
Luego les cuento mas historias como la del facial al que fuimos el sábado y el descubrimiento de Sephora, donde gasté mis primeros U$200 en cremas.
Cariños
Manu

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